Viaje a Argentina — Día 14

10 de noviembre de 2024. Todo lo que tiene un principio, tiene un final. Y eso, en mi opinión, es bueno. La falta de perspectiva de fin, en ocasiones, hace que no valoremos el momento. Si creemos que todo es eterno, ¿qué más da aprovechar el momento si mañana seguirá todo igual? En cambio, siendo conscientes del fin, intentamos atesorar cada momento.

Hoy nos despedimos de Argentina, pero, sin duda, no es un adiós, sino un hasta pronto.

Vuelta a España

Originalmente, nuestro vuelo salía a mediodía, pero tras un cambio de horario, al final, salimos casi a las ocho de la tarde. No sabría decir qué opción me gustaba más, porque, aunque con el nuevo horario hemos tenido unas horas más en Buenos Aires, lo cierto es que también llegamos más tarde a Barcelona; además hoy era domingo y tampoco teníamos mucho más que hacer.

Última rutina del viaje: desayunar, recoger las cosas y dejar el hotel. Nada más salir del hotel, lo primero que hemos hecho es ir a depositar las maletas en un guarda equipajes. Tras el espectáculo bochornoso de anoche, no nos fiábamos del personal del hotel y no queríamos más sorpresas si dejábamos el equipaje allí.

Para hoy no teníamos nada planificado porque sabíamos que, tras el viaje de ayer, tampoco tendríamos muchas ganas de lío; aparte de que es domingo y muchas cosas están cerradas. Tampoco íbamos a poder madrugar si queríamos descansar algo, ayer hoy nos echamos a dormir casi a las dos. Así pues, hemos destinado la mañana a dar una vuelta por la zona de la calle Florida, hacer alguna compra —me llevo un cuarto libro, esta vez una novela histórica argentina—, y poco más.

Tras comer y recoger las maletas, hemos ido ya al aeropuerto para coger el vuelo de vuelta a Barcelona.

El vuelo

Ya en el aeropuerto, la facturación de las maletas, el control de seguridad y el paso de la frontera ha sido un proceso rápido. Aún teníamos algo más de un par de horas hasta que el vuelo saliera, así que, cómo no, hemos ido a una sala VIP. En este caso al Ezeiza Lounge. Como cabía esperar, esta sala ha sido la más grande y la mejor de toda Argentina; estábamos en el aeropuerto internacional más importante del país.

Vamos a pasar la noche en vuelo y mañana llegaremos hacia el mediodía a Barcelona. La idea es dormir lo máximo posible, ya que mañana, tras aterrizar, aún tendremos tres horas de coche hasta llegar a casa. Tenemos asientos en la salida de emergencia, así que al menos vamos a ir con las piernas estiradas.

Viajar

Hoy ha sido nuestro último día en Argentina. Ya estoy editando vídeos, fotografías, revisando este mismo diario y creo, sin riesgo a equivocarme, que, como comenté el primer día, este viaje se ha hecho un hueco en mi historia personal. Después de estos días reafirmo mi profunda pasión por viajar; la más grande que tengo.

Qué delicia es viajar a un nuevo lugar y sentir, a tu regreso, que has aprendido nuevas cosas, que tienes más recursos personales, que te sientes más seguro en ti mismo porque has crecido. Qué delicia es viajar y ser consciente de lo poco que se necesita para ser feliz; tan poco que cabe en una maleta. Qué delicia, si no privilegio, es viajar y ser consciente de tu vida y sentirte agradecido.

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