Un día en Brescia

La ciudad de Brescia se encuentra en el norte de Italia, en la provincia de Brescia. Es la segunda ciudad más grande de la región tras Milán. Está muy bien comunicada mediante tren, por lo que es muy fácil y cómodo llegar a ella desde Milán o desde ciudades más pequeñas como Bérgamo o Verona.

Hablar de Brescia es sinónimo de hablar de cultura, del imperio Romano y de arte. Cuenta con joyas como el parque arqueológico romano más grande del norte de Italia —Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO—, su catedral vieja, su castillo o la pinacoteca Tosio Martinengo.

No es de extrañar que en 2023, junto con Bérgamo —a apenas 40 minutos en tren—, sea la Capital italiana de la cultura 2023.

Duomo vecchio

Duomo vecchio de Brescia
Duomo vecchio de Brescia

Construido en el siglo XI sobre los restos de la basílica de S. María Maggiore, tiene planta central y dos cuerpos cilíndricos superpuestos. Las entradas originales son más bajas que el plano actual. La entrada actual se abrió en 1571, pero el portal actual fue reconstruido en 1708, tras el colapso del campanario que se encontraba encima.

El interior cuenta con una sala central rodeada por una girola. La zona elevada del presbiterio se añadió en el siglo XV.

No te pierdas el sarcófago del obispo Berardo Maggi (1308) en mármol rojo de Verona, las pinturas de Moretto y Romanino o el tesoro de la capilla de las Santas Cruces.

Debajo del presbiterio se accede a la cripta de San Filastrio (siglos IX-XI). Perteneciente a la primera basílica, fue construida reutilizando material romano reciclado.

Zona arqueológica de Brixia

Zona arqueológica de Brixia
Zona arqueológica de Brixia

Algunos de los monumentos más importantes de la ciudad romana de Brixia se concentran en la zona arqueológica. Allí, de hecho, se superponen diferentes niveles de edificios sagrados, de los cuales hoy el más evidente es el Capitolio, dedicado en el 73 d.C. El templo vio la luz gracias a una campaña arqueológica sin precedentes realizada a partir de 1823, que inició la historia de los museos de Brescia.

Debajo del templo Capitolino se puede visitar un santuario que data de principios del siglo I a. C., único por su forma y grado de conservación. Con una preciosa decoración al fresco de las paredes, que atestigua una temprana adhesión de Brescia a la cultura y religión de Roma.

Los restos del templo Capitolino fueron reconstruidos a principios del siglo XIX para albergar el primero de los museos de Brescia, el Museo Patrio, inaugurado en 1830. Posteriormente, en el siglo XX, se reconstruyó el pronaos con el frontón que incluye buena parte de los restos originales, entre ellos la inscripción que recuerda el nombre del emperador Vespasiano.

Teatro romano de Brescia
Teatro romano de Brescia

En el interior del templo se conservan algunos de los muebles originales del conjunto sagrado, una rica colección de epígrafes de origen bresciano y la extraordinaria estatua de bronce de la Victoria Alada que data del siglo I d.C., junto con algunos de los bronces encontrados junto a ella en julio de 1826.

Al este del Capitolio se encuentra el teatro romano, mientras que al sur se pueden ver vestigios de la vía principal de la ciudad romana, el decumanus, que corre de este a oeste. El camino conducía a la plaza del foro, de la que aún son visibles algunos muros del pórtico oriental.

Palazzo della Loggia

Palazzo della Loggia de Brecia
Palazzo della Loggia de Brecia

El palacio fue construido entre 1492 y 1570, bajo la supervisión de numerosos arquitectos, entre ellos Palladio, Sansovino y Beretta.

En la planta inferior hay un gran pórtico con bóvedas de crucería. El edificio está embellecido por la rica decoración de la fachada. A través del portal se accede al edificio, sede del Municipio.

La planta superior, salpicada por tres grandes ventanales arquitrabados, está cubierta con decoraciones de mármol de estilo manierista y se completó en el siglo XVI.

El techo de la nave data de 1914, cuando fue reconstruido imitando al original, destruido por el incendio de 1575.

Una escalera monumental del siglo XIX conduce al piso superior, ocupado en su mayor parte por la “sala vanvitelliana”, que lleva el nombre del arquitecto que la diseñó (1773): Luigi Vanvitelli.

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