Este pasado fin de semana, un año más, TriTour Deltebre 2024 ha dado el pistoletazo de salida a la liga de triatlones TriTour. Como es habitual, Tritour propone un calendario con cuatro pruebas: Deltebre, Amposta, Pont de Suert y Tossa de Mar.
A excepción de Tossa de Mar, en todas las pruebas de TriTour hay cuatro distancias —sprint, olímpico, short y half—. Además, este año como novedad, se ha incluido la modalidad de aquabike —sin segmento de carrera a pie—; modalidad que también estará presente en Amposta y en Pont de Suert.
Las pruebas se han repartido en dos días: el sábado se disputó el short, half y aquabike, y el domingo el sprint y olímpico.
Así hemos vivido el TriTour Deltebre 2024
Tras varias participaciones en distintas ediciones de TriTour —tanto en Amposta como en Deltebre—, en esta ocasión participé en la última distancia que me quedaba por conocer: distancia olímpica.
Recogida de dorsales y charla técnica
Un año más, el centro neurálgico de la prueba fue el Centre Fluvial del Delta, junto al pont lo passador. Allí se situó la feria, la entrega de dorsales, las charlas técnicas y el avituallamiento final.
La recogida de dorsales, como siempre, fue bastante fluida, aunque una vez más, muchos de nosotros habíamos olvidado consultar el número de dorsal y al ir a recoger los dorsales tuvimos que abandonar la fila para consultarlo.
Aproveché el momento de recoger el dorsal para asistir a la charla técnica. En esta charla se revisó la guía del atleta —cada uno tiene la responsabilidad de conocer el recorrido y las normas de carrera— y se resolvió alguna que otra duda. Al contrario que en otras ocasiones, la charla fue bastante ligera y apenas hubo dudas.
Día de carrera: triatlón olímpico
El check-in para dejar el material que se iba a utilizar durante la prueba empezó a las 7:30 hasta las 8:15 —en el caso de la distancia olímpica—. Para poder acceder, como en cualquier triatlón, debías ir perfectamente identificado con tu número de dorsal: pegatinas en casco, tija del sillín y porta dorsales. A la entrada comprobaban que el casco estuviera bien abrochado y que los frenos de la bicicleta funcionaran correctamente.
Segmento de natación
Una de las peculiaridades del Tritour de Deltebre es que el segmento de natación se hace a favor de la corriente del río, es decir, toca andar aguas arriba para llegar a la salida; en el caso de la distancia olímpica, 1.5 km.
En la charla técnica ya avisaron de que el agua estaba bastante fría —dijeron 16 °C, pero según la CHE estaba a 14 °C—, por lo que no se podía permanecer en el agua más de un minuto antes del inicio de la prueba. Puedo asegurar que el agua estaba muy fría y que al entrar en ella las pulsaciones se disparaban y había que tomarse unos segundos para calmarse —y eso que iba con guantes y calcetines de buceo en aguas frías—.
El segmento de natación transcurrió sin mayores problemas y, como era previsible, batí el récord de los 1.500 m en aguas abiertas.
Segmento de ciclismo
La transición fue un poco más lenta de lo esperado, había muchas cosas que quitar y que poner. El circuito era de 20 km, por lo que había que dar dos vueltas para completar los 40 km. No había avituallamiento.
En Deltebre siempre se tiene miedo a que el viento haga su aparición —algo más que cotidiano— y condicione el segmento de ciclismo —el año pasado tuvo que cancelarse por seguridad—. Este año, por suerte, el viento era tirando a flojo con una componente noroeste, es decir, daba de cara al volver hacia la transición.
A pesar del viento, todo transcurrió bien e hice un segmento ciclista más que decente —tirando durante buena parte del recorrido de una gruppeta que se formó conforme adelantábamos a otros atletas—. Tal vez debí aflojar un poco al final del segmento, pero bueno, uno iba crecido y tiré del grupo viento en contra hasta el final.
Segmento de carrera a pie
Tras una transición relativamente rápida, comenzó el último segmento: carrera a pie. El circuito era de 5 km, por lo que había que dar dos vueltas para completar los 10 km. Teníamos cuatro avituallamientos —geles, hidratación y barritas— cada, más o menos, 2.5 km.
Contra todo pronóstico, logré mantener, más o menos, la posición y no me adelantó mucha gente. No hubo récord —ni de lejos—, pero bueno, fue un segmento cómodo en el que disfruté de los ánimos de la gente hasta cruzar la línea de meta.