10 de mayo de 2024. Por segundo año consecutivo hemos tenido la suerte —y el placer— de asistir al especial de SER Aventureros en Fayón. Como no podía ser de otra forma, ha sido una jornada para enmarcar: historia, recreacionistas, vehículos históricos, fideuá y, por supuesto, la compañía de nuestra querida tropa: José Antonio Ponseti, José Luis Angulo y Ángel Colina.
Desde que anunciaron que se confirmaba que este año se iba a repetir la magnífica experiencia del año pasado, estuvimos atentos para inscribirnos. Llegó el momento y nos faltó tiempo para enviar el correo con nuestros datos; por suerte para nosotros, aún había plazas y estábamos dentro.
Todos esperando a Ponseti
Sabemos que el equipo de SER Aventureros es mucho más que Ponseti, pero a quién queremos engañar, hasta que no se oye a lo lejos ese chorro de voz, la fiesta no empieza.
Como el año pasado, todas las personas que íbamos a asistir al evento estábamos convocados a las 9:30 en la puerta del museo de la batalla del Ebro de Fayón. La verdad es que no recuerdo a qué hora ha llegado Ponseti, pero siendo tan pesado como soy con la puntualidad no recuerdo haber dicho: Ponseti llega tarde.
Ya desde el principio hemos notado un paso adelante en la organización del evento. Este año han previsto dividir a las personas en grupos de colores —con unas pulseritas, que nadie piense cosas raras— para poder distribuirlos en las distintas visitas: posición 36, posición 9, refugio antiaéreo y museo.
Nos ponemos en marcha
Ya con los grupos formados, cada grupo hemos empezado con nuestro itinerario. Cabe comentar que, al parecer, ha debido de fallar bastante gente porque el primer grupo —grupo azul— estaba lleno, el segundo —grupo naranja— estaba a mitad y, si no me equivoco, no ha llegado a haber un tercer grupo.
Nuestro itinerario ha sido muy similar al del año pasado a excepción del nuevo punto: refugio antiaéreo.
Posición 36
Primera parada. La posición 36 está bastante trabajada y te permite —si eso es posible— ponerte en la piel de aquellos que estuvieron protegiéndola.
Posición 9
Segunda parada. Realmente impresionante. Tanto por las vistas como por la absurda batalla que tuvo lugar en el llamado Terrón de azúcar.
Refugio antiaéreo
Tercera parada. Recuperado recientemente, este refugio antiaéreo te da una idea de la importancia que tenía proteger la munición en la guerra.
A pesar de ser varios cientos de personas, y de ser un evento sin ánimo de lucro basado en la generosidad de los voluntarios, hay que destacar la falta de incidentes. Es cierto que el transporte entre punto y punto —en minibuses y todoterrenos— podría haber sido algo más fluido, pero es más que comprensible que los recursos llegan hasta donde llegan; el año pasado hicimos todo a pie.
Por cierto, impagable el viaje en el vehículo histórico militar que nos ha llevado hasta la posición 9.
Grabación de SER Aventureros
Tras terminar con la visita de todos los puntos, ha llegado otro de los puntos fuertes: la grabación del programa de SER Aventureros que se emitirá mañana.
A diferencia del año pasado, esta vez la grabación se ha hecho al aire libre en la plaza mayor de Fayón. Es verdad que sobre el papel era buena idea, pero el sol no opinaba lo mismo. A la hora de iniciar la grabación caía una solana de las buenas. Por suerte, la plaza mayor es de esas que se construían antes pensando en las personas y tiene un porche en todo el perímetro. Algo tan sencillo como un porche nos ha dado la vida.
El programa, como siempre, de 10.
Comida popular
Entre unas cosas y otras se nos han hecho las 15:30 y el hambre ya apretaba. En la mochila ya casi no quedaba nada para comer; lo siguiente ya era la caja. Nada más terminar el programa hemos salido todos en tromba hacia la comida.
Como el año pasado, el plato principal era fideuá. De entrante nos han dado una pequeña ensalada —estaba bastante bien— y de postre helado. La verdad es que no sé cómo la fideuá podía estar tan buena; he repetido tres veces —por ayudar a acabarla, más que nada—.
Como en las visitas, parece ser que también ha fallado mucha gente en la comida y diría que se han llenado solo dos tercios de las mesas. El problema de haber faltado tanta gente es que, desafortunadamente, ha sobrado mucha comida. A lo mejor, desde mi ignorancia, sería buena idea cobrar por adelantado a la gente para evitar esta situación.
Firma de libros
Con la tripa por delante, hemos vuelto al museo para la firma de libros de Ponseti. En la familia ya tenemos un par de ejemplares del maravilloso “Caja azul” por lo que esta vez hemos aprovechado para que nos firmara “Vuelo 19”.
Mientras esperábamos en la fila, hemos visto que estaba José Luis Angulo al lado y hemos ido a hablar con él. En la posición 9, mi mujer le había dado un pequeño regalo —una preciosa bolsita para llevar a salvo sus libros en sus magníficos viajes— y habíamos dejado pendiente una fotografía con él. A ver si un día de estos sacamos tiempo y dinero —sobre todo dinero— y nos vamos con él a alguno de los viajes que organiza; deben ser impresionantes.
Como siempre, Ponseti ha estado encantador. Hemos podido charlar un poco y le hemos comentado que voy a la Quebrantahuesos este año —cuarta participación; medalla de oro, voy a por ti—, así que nos veremos el día de antes en la grabación de SER Aventureros que hacen todos los años. Ya estamos contando los días.
Muy explícito en tu parte de guerra del día 10/ 5/2024👏👏👏👏👏