Monasterio más antiguo de la península ibérica, panteón real —aquí está el sepulcro del rey Íñigo Arista y el osario del rey Gonzalo I— y cuna de Aragón —junto con Real Monasterio de San Juan de la Peña aunque éste se lleva toda la fama—, todo esto y más, es el Real Monasterio de San Victorián.
Breve historia del monasterio
Situado en la comarca de Sobrarbe, Huesca, San Victorián tiene 14 siglos de historia a sus espaldas.
Según las investigaciones, el origen de este monasterio se remonta al siglo VI bajo el nombre de San Martín de Asán. No es hasta el siglo X donde encontramos documentación —primeras construcciones documentadas— que confirma su existencia.
Es en el siglo XI, con el rey Sancho Ramirez, cuando el monasterio adquiere gran importancia. Logra la sumisión de antiguos monasterios ribagorzanos y se convierte en señorío. En el siglo XVI, en el contexto de la creación del obispado de Barbastro, el monasterio comienza su decadencia. La situación se agrava en el siglo XIX, cuando es desamortizado y pasa a manos privadas.
El monasterio de San Victorián quedó prácticamente en el olvido y se fue deteriorando de manera alarmante hasta que, en la década de los 90, comenzaron las primeras campañas de restauración. En 2002, es declarado Bien de Interés Cultural. Por suerte, en los últimos años, el proceso de restauración no hay cesado y hoy en día se ha restaurado gran parte del interior del monasterio faltando aún gran parte de la parte exterior.
Visita al monasterio
Gracias al impulso que se ha dado en los últimos años, hoy en día es posible visitar el monasterio en visita guiada —no es posible hacerlo de manera libre ya que permanece cerrado a no ser que se esté haciendo una visita—.
El coste de la entrada es de 3 € a partir de los 12 años, 1,5 € para niños y niñas de 8 a 12 años y gratuito para menores de 8 años. No hay visitas programadas todo el año ni todos los meses son los mismos días (ver imagen de los horarios), aunque sí existe la posibilidad de concertar una visita poniéndose en contacto con las personas responsables.
Se puede llegar en coche hasta el mismo monasterio aunque hay poco sitio para aparcar. Si está lleno siempre se puede aparcar un poco más abajo donde hay otro aparcamiento.
La visita tiene una duración aproximada de una hora, durante la cual vas recorriendo el monasterio y te van explicando su historia y curiosidades. La visita se podría dividir en dos partes:
- En la primera parte se visita el interior de la iglesia, el claustro y la torre. Una vez terminada la explicación, te dejan 10-15 minutos para que puedas recorrer todos esos sitios tranquilamente, hacer fotografías, etc.
- En la segunda parte se visita el exterior. Como se ha comentado antes, es la parte del monasterio que aún apenas se ha restaurado. Este hecho no impide que se disfrute de la visita, es más, ese aire «salvaje» nos pareció encantador.
Una vez terminada la visita al Real Monasterio de San Victorián, uno se queda con algo de «mal cuerpo» al comprobar como un lugar tan importante para la historia de Aragón tiene tan poca visibilidad y, por lo tanto, apoyo. Por suerte, y gracias a la declaración como Bien de Interés Cultural, parece que los trabajos de restauración están asegurados aunque marchan muy lentamente.