Plazas de Huesca

Si alguna vez has paseado por el centro de Huesca (capital de Huesca) tal vez te hayas fijado en la gran cantidad de placas informativas que hay. Estas placas informativas nos dan información sobre el origen de los nombres de las calles, plazas, callejones, etc.

Como es tradición en España, la mayoría de calles y plazas se dedican a personajes célebres o a hechos histórcos. Si te gusta la historia, sin lugar a dudas, la información que nos dan estas placas son una interesate lectura.

En esta ocasión nos centramos en alguna de las placas de plazas de Huesca. Aquí pongo una recopilación de la información que aparece en dichas placas.

Plaza de Luis López Allué

Don Luis López Allué fue un escritor y periodista nacido en Huesca (1860). Participó activamente en la vida local. Con respecto a su obra literaria, reflejó la vida cotidiana de su tierra natal con una prosa costumbrista. Escribió las novelas «Capuletos y Montescos» y «Pedro y Juana». Su amplia producción literaria incluye también poemas y obras teatrales.

La configuración actual de la plaza surgió en 1871, con motivo de la construcción del llamado Mercado Nuevo, según un proyecto planificado por el arquitecto Hilarión Rubio. El edificio del Mercado, que ocupaba el centro de la plaza, fue demolido en 1976. Joaquín Costa colaboró activamente en el proyecto inicial.

La tienda de ultramarinos «La Confianza» conserva pinturas alusivas al comercio, obra de León Abadías.

La pequeña plaza situada aquí antaño fue llamada de las Aulas, debido a que en ella los jesuitas impartían clases de gramática.

Plaza de Arista

Esta plaza evoca a Iñigo Arista, primer rey de Pamplona. Era hijo del caudillo vascón Iñigo. Su madre, Assona, tras quedar viuda, casó en segundas nupcias con Musa Ibn Fortún, emparentando de esta manera con la influyente familia de los Banu Quasi de Tudela. A su vez Iñigo Arista fue el progenitor del monarca García Iñiguez y suegro de García el Malo. Debía el sobrenombre de Arista a su carácter fiero y combativo.

Según la tradición Iñigo mandó trasladar los restos de las mártires Nunilo y Alodia, que habían sido arrojados en un pozo cercano, al monasterio de San Salvador de Leire. Fue enterrado en el monasterio de San Victorián de Sobrarbe.

La llamada cruz de Iñigo Arista aparece en el segundo cuartel del escudo de Aragón. Recoge una cruz de plata en campo azul.

Plaza de Urriés

Aquí estuvo ubicado el mercado en el siglo XVI, delimitado por pilares y arcos. Los puestos se situaban bajo pórticos y el espacio se cerraba con puertas. Se ubicaban en el mercado las carnicerías, llamadas popularmente «tablas», las pescaderías y el «peso público», que controlaba el concejo.

La familia Urriés ostentaba uno de los linajes más antiguos de Aragón y poseía casa solariega en esta calle. Pedro de Urriés recibió el privilegio de hidalguía en 1383, concedido por Pedro IV. Hugo de Urriés fue nombrado obispo de la catedral de Huesca en el año 1421 por el Papa Martín V y es conocido por reedificar el hospital de Nuestra Señora de la Esperanza.

En este lugar tuvo también su casa solariega la familia Esmir, con arcadas y una bella logia. A comienzos del siglo XX la mansión acogió las dependencias de Hacienda, con anterioridad a la edificación de la nueva sede en la Plaza de Navarra.

Plaza de la catedral

Centro de la vida política y religiosa de la ciudad a lo largo de la historia, hasta la segunda mitad del siglo XIX. Es presumible que en esta localización estuvieran el foro y el templo principal de la Osca romana. En época musulmana se alzó en ella la mezquita mayor. Tras la toma de Huesca fue consagrada primero como catedral y derribada después para levantar el actual edificio gótico. En el siglo XV se ubica en ella las «Casas de la ciudad», construcción que con sucesivas reformas alberga lo que hoy es casa consistorial. En el siglo XVI se construye el edificio del colegio imperial de Santiago, fundado en 1534; en el XVII la sala capitular y las estancias de los. canónigos y ya en el pasado siglo XX, el nuevo palacio episcopal. Hay noticia de que en el interior de la plaza se celebraban corridas de toros.

Plaza de los Fueros de Aragón

El rey Jaime I encargó al obispo Vidal de Canellas la redacción en latín de los Fueros de Aragón, conjunto de leyes privativas que fueron aprobadas en las cortes aragonesas de 1247, celebradas en Huesca. Acudieron destacados representantes de la sociedad de ese tiempo, con el objeto de preparar de forma pactada unas normas que tuvieran aplicación en todo el reino.

El origen actual de esta plaza se remonta al siglo XIX, debido a la demolición de un conjunto de casas que ocupaba la parte central de esta plaza. Al realizar este derribo, se suprimió

un arco situado en el inicio de la calle Zarandia. Aquí tuvo su sede la cofradía del gremio de zapateros de Huesca.

Plaza de San Pedro

El espacio que ocupa San Pedro el Viejo fue ya lugar de culto en época romana. Con posterioridad se edificó un templo visigodo que acogió a los mozárabes durante la época de dominio musulmán. La iglesia actual, de estilo románico, se remonta al siglo XII. Es una obra cumbre del arte medieval aragonés. En 1885 se declaró monumento nacional.

Conserva un bello claustro románico, con capiteles atribuidos al maestro de San Juan de la Peña. En la capilla de San Bartolomé, panteón real, descansan los reyes de Aragón, Alfonso I el Batallador y Ramiro II el Monje. En el siglo XVII se construyó la capilla de los Santos Justo y Pastor, para guardar las reliquias de estos santos. Esta plaza se llamó con anterioridad fosal de San Pedro, por hallarse aquí un cementerio, vinculado al templo, en la Edad Media. A partir del s. XVII se situó un mercado de verduras. En el número 6 destaca la Casa Viñuales, construida por el arquitecto Federico Villasante en 1893 y remodelada posteriormente.

Placas de las plazas de Huesca

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio