Reseña de «Hôtel Le Milan»
El «Hôtel Le Milan» es un alojamiento sencillo pero funcional.
Se encuentra bastante bien situado dentro del centro de Lourdes. Desde él puedes visitar andando todos los puntos turísticos —castillo fuerte, santuario de Nuestra Señora de Lourdes, Basílica de San Pío X, etc.—. Está rodeado de restaurantes aunque dispone de restaurante propio.
Mi estancia
Me alojé en una habitación individual por la que pagué algo más de 60 € por dos noches. El desayuno —tipo buffet libre— se pagaba a parte y costaba 7 €.
La habitación era algo pequeña, no disponía ni de mesa ni de silla donde sentarse o trabajar, la única opción era la cama. No disponía de aire acondicionado pero sí de un ventilador —hacía algo de calor y estuve las dos noches con la ventana abierta de par en par—. La cama sí resultó bastante cómoda aunque las almohadas parece que habían vivido mejores momentos.
El baño era demasiado pequeño y, la verdad, algo destartalado. Proporcionaban toallas y productos de higiene —dos pastillas de jabón de manos y dos sobres de gel y champú que no repusieron en la segunda noche—. Aunque funcional, era algo incómodo.
El desayuno, aunque con un precio bastante competitivo, no era ninguna maravilla. Lo vendían como tipo buffet libre pero en realidad te servían una cesta con un panecillo, un croassant y una napolitana de chocolate —no podías elegir nada—. Lo único que sí era tipo buffet libre eran las bebidas frías —zumo de naranja o de manzana— y calientes —típica máquina automática de café malo—.
La valoración final es positiva siempre y cuando se ponga en contexto. Lourdes es una ciudad que, por desgracia, se quedó anclada en los años 80-90 y su oferta hotelera —ni turística en general, cosa preocupante teniendo en cuenta el declive de la fe católica— no ha cambiado ni se ha actualizado. Los precios son bajos pero hay que entender que su servicio está acorde a estos.