La grutas de Gargas se sitúan en el Pirineo francés, en la región de Altos Pirineos (65) (departamento de Occitania) casi en la frontera con el departamento de Alto Garona (31).
Se trata de un importante yacimiento prehistórico y uno de los pocos abiertos al público en Europa. La visita está limitada a 250 personas al día en grupos de 25 personas y con una duración de 50 minutos. Es necesario hacer una reserva previa aunque puedes ir y preguntar si queda algún hueco libre.
Las grutas de Gargas se componen de dos cuevas y se cree que fueron utilizadas hace 24,000 – 28,000 años por el Homo Sapiens (Hombre de Cromañón). Ambas cuevas estaban separadas pero en el siglo XIX se unieron mediante un túnel artificial.
Si bien las cuevas en si ya son impresionantes, tal vez lo más destacado es su colección de pinturas y grabados del Paleolítico superior.
Cueva superior
Impresionante cueva de gran altura llena de estalactitas y estalagmitas creadas a lo largos de miles de años. En esta cueva encontramos varias representaciones de arte rupestre y signos abstractos.
Entre los animales representados encontramos un bisonte y dos cabras montesas. También encontramos signos abstractos que se creen que eran utilizados para la organización del espacio. Los pigmentos utilizados determinados hasta ahora que se utilizaron para estas pinturas eran manganeso u óxido de hierro.
Cueva inferior
Descendiendo por el túnel artificial que comunica ambas cuevas llegamos a la cueva inferior. Lo primero que llama la atención de esta cueva es que la altura es mucho menor que la superior y, en muchos puntos, hay que tener cuidado con no darse en la cabeza.
En esta segunda cueva se encuentra «el santuario de las manos«. Se trata de una colección de 231 negativos de manos lo que supone más de 50 % de las manos conocidas en Europa.
En la inmensa mayoría de los negativos los dedos (todos o alguno) aparecen incompletos. Hay varias teorías al respecto: mutilación ritual, enfermedades que afectasen a los dedos o que los dedos simplemente estuvieran doblados en el momento de realizar el negativo. Actualmente esta última teoría es la más aceptada.
La técnica para realizar estas pinturas era sencilla: se realizaba una mezcla de agua con pigmentos naturales (manganeso, carbón natural u óxido de hierro), esta mezcla se metía en la boca y, por último, se escupía alrededor de la mano para crear el negativo.
En esta cueva también encontramos un saliente rocoso con varios grabados (no son sencillos de ver). Encontramos grabados de un aurochs (vaca prehistórica), dos caballos, un reno y un mamut.
Main à la niche © CC Neste Barousse photo R. Springinsfeld