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Jueves 6 de julio. Después de la primera etapa de montaña del Tour de Francia 2023, los ciclistas iban a afrontar una nueva etapa montañosa en la que encadenarían tres grandes puertos: Aspin, Tourmalet y Cauterets-Cambasque. Las previsiones meteorológicas no eran nada halagüeñas. Desde hacía días avisaban de la posibilidad de lluvia durante la jornada. Las últimas previsiones parecían más optimistas, aunque seguía habíendo posibilidad de tormentas de cara a la tarde. Las dudas sobre el tiempo ponían dos opciones sobre la mesa: ir en coche hasta la localidad de Pierrefitte-Nestalas — localidad situada al comienzo del último puerto de montaña — y ver pasar allí la carrera o arriesgarse y seguir con el plan inicial de ir en bicicleta

Después de un par de etapas llanas, el Tour de Francia 2023 llegaba a los Pirineos con dos etapas que prometían dar espectáculo. Las fuerzas aún estaban enteras, tan solo llevaban cuatro días de competición, y los puertos eran de entidad. La etapa 5 iba a celebrarse el miércoles 5 y tenía como inicio Pau — capital del departamento de Pirineos Atlánticos en la región de Nueva Aquitania — y como final Laruns — tercera vez que era final de una etapa del Tour de Francia en los últimos cinco años —. Iba a ser la primera etapa de montaña de la carrera e iba a tener como principales dificultades los puertos de Soudet y Marie Blanque. El final sería