
Colonia del Sacramento, en Uruguay, es un destino turístico lleno de historia y encanto. Fundada en 1680, esta ciudad destaca por su casco antiguo, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1995. Sus calles empedradas y casas coloniales muestran la mezcla de influencias portuguesas y españolas, creando un ambiente único.
Gracias a su cercanía con Buenos Aires —a apenas una hora en barco—, es una escapada perfecta para pasar un par de días y disfrutar de su gastronomía, de sus acogedores cafés y de sus espectaculares atardeceres en el Río de la Plata.
Portón de Campo y muralla

La construcción de la muralla de piedra comenzó bajo el gobierno del general Vasconcellos entre 1722 y 1749. En 1745 se inauguró el portón principal, elaborado con piedra labrada. Durante la ocupación española, las fortificaciones sufrieron daños y, en 1859, lo que quedaba fue demolido por decreto presidencial.
Actualmente, solo se conserva el basamento original de la muralla, mientras que gran parte fue reconstruida en los años 70. El diseño mantiene el foso y el puente levadizo del fuerte original. Las piedras del pórtico fueron reinstaladas, y el escudo portugués visible hoy es una réplica. El original se resguarda en el Museo Portugués.
Bastión y cuarteles
El Bastión de San Antonio o Bastión de la Bandera conserva un muro de piedra relacionado con las fortificaciones. Desde 1737, partes de la ciudadela, incluido el extremo oeste del bastión, han desaparecido. Sin embargo, los cuarteles de infantería anexos a la muralla este permanecen en pie. Dentro del bastión se encontraba la bandera y nueve piezas de artillería.
Casa de los Gobernadores

Desde la fundación de Colonia del Sacramento en 1680, se comenzó con la construcción de pequeñas casas, entre las que destacó La Casa de los Gobernadores por su sólida estructura de piedra, techos de madera y teja y detalles en piedra labrada, convirtiéndose en la más prestigiosa de la ciudad. Además, disponía de su propio sistema de abastecimiento de agua, como cisternas y aljibes, lo cual garantizaba agua para beber, cocinar, limpiar y gestionar aguas residuales.
El diseño urbano portugués seguía la topografía del lugar, mientras que la parte española —la ciudad pasó a manos españolas en 1777— adoptó una estructura militar con calles regulares orientadas en ángulos rectos.
La Casa de los Gobernadores tenía varias habitaciones y un patio interior que aún conserva su antiguo piso. Objetos hallados en el lugar indican el uso de esta casa para distintas actividades.
Basílica del Santísimo Sacramento

La Basílica del Santísimo Sacramento fue diseñada por Tomás Toribio entre 1808 y 1810. El diseño original incluía una bóveda de ladrillo en cañón corrido apoyada en robustos pilares con pilastras también de ladrillo. Sobre la entrada, la bóveda rebajada sostenía el coro, acompañado por tres ventanas orientadas al sur que hoy permanecen tapiadas.
En 1823, una explosión dañó gran parte del edificio. En 1841, Fray Domingo Rama reconstruyó muros y bóveda, pero perdió el equilibrio estético original.
Entre 1865 y 1868 se añadieron torres, balcones y cupulines. En 1908 se instaló un reloj en la torre norte. En 1957, el arquitecto Miguel Ángel Odriozola lideró las restauraciones que respetaron los valores históricos. Aumentó la capacidad, encaló paredes y rescató el nicho que alberga el Santísimo Sacramento.