En el término municipal de Foradada (Lleida) nos encontramos con Montsonís, un pequeño pueblo de apenas 60 habitantes que esconde una pequeña joya: el Castillo de Montsonís. Este castillo forma parte de la ruta “Castells de Lleida: un viatge al passat”.
Montsonís es un precioso y tranquilo pueblo de casonas de piedra, densa vegetación y románticos rincones. Es uno de esos pueblos peculiares que han sabido conservar su encanto.
El castillo de Montsonís está declarado como Bien de Interés Cultural y Patrimonio Histórico de España. Su construcción se llevó a cabo entre los siglos XI y XVI y tiene una particularidad: ¡es un castillo habitado! De ello da buena cuenta la bandera que sigue ondeando en la Torre del Homenaje.
Visita guiada al castillo de Montsonís
La visita es siempre guiada, en catalán y en unos horarios concretos según el día de la semana. Es necesario comprar la entrada (4,80 € en abril de 2017) en «La botiga de Montsonís«. Esta pintoresca tienda cuenta con restaurante y se encuentra a pocos metros del castillo (en la misma calle que parte desde la puerta del castillo, carrer Major, 7-9).
La visita empieza desde la puerta del castillo, que está pegado a la iglesia de Santa María de Montsonís (y nos explican por qué). A lo largo de la misma iremos conociendo las diferentes estancias: el dormitorio principal, la antigua cocina, el antiguo horno de pan, la habitación de los peregrinos, la bodega, la prisión (sí, una claustrofóbica celda para maleantes, puesto que el noble del castillo podía impartir justicia), etc.
Durante la visita, la guía va explicando la historia, los detalles y las curiosidades de cada parte del castillo. Aunque es todo en catalán y no lo habléis, se entiende en general (el contexto ayuda bastante).
Desde el exterior puede parecer un castillo no muy grande, pero, ya paseando por el interior y descubriendo las distintas estancias, nos damos cuenta de que llevamos un buen rato y que aún hay cosas por ver. Obviamente, al ser un castillo habitado, no todas las estancias son visitables, pero sí una gran parte, conservadas con bastante pulcritud.
La guía nos sube también hasta la Torre del Homenaje (las escaleras del castillo, en general, son bastante estrechas e incómodas, así que hay que tener un poco de agilidad), desde la que se disfrutan las magníficas vistas de la Sierra del Montsec.
Algunas imágenes del interior del castillo:
La visita deja un buen sabor de boca y la sensación de haber viajado en el tiempo por un precio muy asequible, así que es muy recomendable.