Castillo de Montearagón

Zona oriental del castillo de Montearagón
Zona oriental

El castillo de Montearagón se sitúa en lo alto de un cerro, ofreciendo una vista panorámica de la comarca de la Hoya de Huesca (Huesca). Tiene una estructura irregular y ocupa 3.650 m², destacando en su perímetro varias torres importantes: la torre albarrana al sureste, la torre de acceso en el sur, la torre del escudo al suroeste, la torre pentagonal al norte y otras dos pequeñas torres asociadas a la iglesia. En el lado sur, se encuentran los restos del palacio del abad Ponzano, una construcción extramuros.

Este castillo fue fundado en el siglo XI por el rey Sancho Ramírez con un propósito militar —conquistar la ciudad musulmana de Wasqa, la actual Huesca— que duró unos 60 años. Posteriormente, se transformó en un monasterio y alcanzó su mayor esplendor en el siglo XIV. Durante su larga historia, el castillo ha sido testigo de numerosos eventos que han influido en su evolución, incluyendo guerras e incendios.

En el siglo XIX, tras la desamortización, el castillo pasó a ser propiedad particular, lo que resultó en su expolio. Más tarde, regresó al control del Estado. Desde 1973, se ha llevado a cabo un extenso trabajo de conservación y restauración que ha perdurado durante 40 años.

La iglesia y el claustro menor

Iglesia y claustro menor del castillo de Montearagón
La iglesia y el claustro menor

El claustro menor y la iglesia se remontan al siglo XII, aunque la iglesia ha experimentado varias reformas en los siglos XVI y XVIII. Originalmente, el claustro menor era románico y actualmente se conservan dos de sus tres capillas: la de San Lorenzo, ubicada en la esquina sureste, y la de San Martín, que servía como Sala capitular.

En la parte oriental del complejo se encuentran la casa de los canónigos y una biblioteca del siglo XVI. Además, se han descubierto las áreas subterráneas que funcionaban como bodega y almacenes, así como los restos del castillo primitivo bajo estas bodegas, adyacentes a la torre albarrana.

La torre albarrana, construida fuera del recinto fortificado, estaba coronada por un adarve con parapeto almenado, del cual aún quedan algunos restos. La torre fue reforzada con un contrafuerte debido a problemas de estabilidad en su cimentación.

Palacio del abad Ponzano

Palacio del abad Ponzano y la torre del escudo del castillo de Montearagón
Palacio del abad Ponzano y la torre del escudo

En el lado sur del perímetro exterior del castillo, junto a la torre de acceso, se conservan los cimientos de una construcción extramuros adosada a los restos de la casa del guarda. Estos vestigios pertenecerían al desaparecido palacio del abad Ponzano, edificado entre 1680 y 1705. La apariencia original idealizada de este palacio puede observarse en los grabados de Valentín Carderera de 1841.

Antes de la entrada principal del castillo, existía una plaza que probablemente correspondía al antemural, delimitada por la torre albarrana y la torre de acceso en recodo.

Desde el inicio de la ladera sur del cerro, en su intersección con el camino asfaltado, parte un sendero serpenteante hacia el castillo, que probablemente era su acceso original.

Casa guardés

Casa guardés del castillo de Montearagón
Casa guardés

La casa Guardés se edificó a mediados del siglo XIX para alojar al sacerdote y al guarda. Tras la desamortización del siglo XIX, el castillo de Montearagón pasó a manos privadas, pero en 1859 volvió a ser propiedad de la Corona. Durante ese tiempo, se realizaron obras significativas, como el terraplenado del interior y la restauración de la iglesia. Para mantener la funcionalidad de la iglesia, se construyó la casa Guardés, finalizada en 1860, con sillarejo y mampostería, ocupando parte del antiguo palacio del abad Ponzano.

Este edificio de dos plantas fue abandonado a finales del siglo XIX debido a la falta de recursos económicos para su mantenimiento, y el del castillo en general. En las fotografías de la segunda década del siglo XX, solo se conservaban las paredes exteriores.

Visitar el castillo de Montearagón

Tras los trabajos de conservación y restauración, la visita al castillo se hace siempre mediante visita guiada. Atrás quedaron los días en los que uno podía acceder libremente, pero, sinceramente, no hay color. Se ha hecho un trabajo magnífico: se han señalizado las zonas de paso, se han colocado paneles informativos, se han descubierto zonas que antes estaban enterradas y que no podías ver, etc. Además, la calidad de las explicaciones del guía es excepcional.

La entrada general cuesta 5,00 € y los niños hasta 6 años entran gratis. Está abierto todos los fines de semana, todos los días julio y agosto y los días festivos de Semana Santa y Navidad. Además, puntualmente, existe la posibilidad de asistir a las visitas con recreación histórica. Estas visitas tienen un coste de 8,00 €, 4,00 € para niños de 3 a 6 años y gratis para menores de 3 años. En 2024 los días de visitas con recreación histórica son: 29 de marzo; 1 de mayo; 13 y 27 de julio; 10, 15 y 24 de agosto; 12 de octubre.

La visita tiene una duración de unos 45 minutos. Se puede reservar llamando o escribiendo por WhatsApp al 622 57 34 97 o escribiendo al correo electrónico montearagon@hplab.es.

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