Casa d’Areny-Plandolit —Ordino, Andorra— es un imponente edificio construido en la primera mitad del siglo XVII. Su diseño sigue el estilo de las masías catalanas de los siglos XVI al XVIII, y sus estancias reflejan la riqueza de la familia. A lo largo de los años, diferentes generaciones ampliaron y decoraron la casa, añadiendo objetos inusuales para la época en Andorra. El contraste entre la simpleza del mobiliario tradicional y la ostentación de objetos valiosos es notable.
La mayor parte de las estructuras actuales de la casa d’Areny-Plandolit datan del siglo XIX —la casa estuvo habitada hasta 1953—, cuando Guillem de Areny-Plandolit llevó a la familia a su auge económico. Guillem fue una figura destacada, siendo barón de Senaller i Gramenet, síndico general de los valles de Andorra y promotor de la Nova Reforma de 1866, aunque esta última marcó el inicio de su declive.
La familia Areny-Plandolit fue una de las más influyentes en Andorra entre los siglos XVI y XIX. Fueron propietarios de forjas y tierras, y algunos de sus miembros ocuparon cargos representativos importantes en el país, obteniendo también títulos nobiliarios a través de alianzas matrimoniales estratégicas.
Visitar la casa s’Areny-Plandolit
Actualmente, la casa es un museo fundamental para quienes desean conocer la historia de Andorra, siendo el único ejemplo de casa señorial en el país. Visitarlo permite acercarse a la Andorra de los siglos XIX y XX y descubrir el estilo de vida de una familia de alto estatus social, aunque sin acceso al lujo debido a su ubicación en los valles andorranos.
El interior de la casa conserva el mobiliario y elementos de la época, lo que otorga a la colección un gran valor etnológico. Esta mezcla de elementos rurales y urbanos refleja la vida de la familia. Recorrer cada rincón de esta casa señorial, incluido su jardín, es una inmersión en la historia viva de Andorra, tanto por su contenido como por la esencia de la familia que representa. El museo forma parte del itinerario del hábitat rural de Andorra.
La visita guiada —con un pequeño suplemento—, además, incluye una experiencia multisensorial llamada “El sueño de don Guillem”, que combina objetos tangibles, tecnología y el espacio real para transportar a los visitantes a la Andorra de finales del siglo XX, mostrando el ocaso de una familia acaudalada y los recuerdos que aún perduran en su residencia estival.
Si te interesa la historia, y en concreto la de Andorra, no dejes de visitar las demás casas museo: Casa Cristo, Cal Pal y Casa Rull.
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