Copa del Mundo de Biatlón — Ruhpolding 2025

Este pasado domingo 19 de enero tuve la suerte de poder volver a asistir a una nueva cita con la Copa del Mundo de Biatlón en Ruhpolding, Baviera (Alemania). Como el año pasado, presencié la prueba de salida en masa tanto masculina como femenina.

Por si presenciar dos pruebas de biatlón al máximo nivel no fuera suficiente, hace pocos días una de las leyendas en activo de este apasionante deporte, Johannes Thingnes Bø, anunció su retirada profesional al final de esta temporada —que tiene toda la pinta de que será la sexta vez que gane el globo de cristal—, por lo que esta sería la última vez que competiría en tierras germanas.

Camino al estadio

En Alemania, y más aún en Baviera, el biatlón es un deporte que levanta pasiones; basta con visitar una estación de trenes un día de competición para empezar a ver gente con atuendos… digamos que curiosos relacionados con el biatlón.

Con la entrada a la competición estaba incluido el transporte público —tren— hasta la ciudad de Ruhpolding, y desde allí era obligatorio ir con el autobús lanzadera —gratuito— hasta el estadio. Como el año pasado, la organización fue bastante buena y, a pesar de tener que mover a miles de personas, apenas hubo esperas.

En el estadio

Para acceder al estadio, antes de presentar la entrada, había un control de seguridad para evitar que las personas accediéramos con objetos peligrosos; algunos tan peligrosos como una botella de un litro de agua… De nuevo en unos pocos minutos solucionamos el trámite.

A los pocos metros de pasar el control de seguridad estaban los puestos de los patrocinadores donde se proponían diversos juegos —muchas veces tan sencillos como tirar de una ruleta— para conseguir regalos. En esta ocasión me fui a casa con unos cuantos patés, una bufanda, unos caramelos y alguna que otra coseta más.

Salida en masa masculina

Entre unas cosas y otras, ya quedaba menos para la primera prueba del día: salida en masa masculina. O eso creíamos. Por lo que fuera, creíamos que la prueba empezaba a las 12:00 y resultaba que no, que empezaba a las 12:30. Es decir, estuvimos esperando media hora más de lo previsto. Lo cierto es que gracias a ese pequeño error de cálculo pudimos pillar un buen sitio justo al lado de la zona de tiro que nos permitió ver la salida, los campos de tiro y la llegada como si estuviéramos en la tribuna principal.

Desde hace unos años hay que reconocer que el dominio del equipo noruego masculino es abrumador, algo que, por desgracia, resta emoción a la competición. Por suerte, de vez en cuando, hay sorpresas como las de ayer: tras una tarjeta de tiro perfecta —20 aciertos en 20 tiros—, el italiano Tommaso Giacomel se hizo con su primera victoria en Copa del Mundo. Como no, el segundo y el tercer puesto se los llevaron los noruegos Sturla Holm Laegreid y Johannes Thingnes Bø respectivamente.

Salida en masa femenina

Entre el final de la prueba masculina y el comienzo de la femenina teníamos más de dos horas. Entre comer, tomar un café y visitar los últimos puestos de los patrocinadores —y conseguir algún regalo más— se nos pasó el tiempo volando.

Mientras comíamos estuvimos pensando dónde situarnos para ver a las mujeres. Nos apetecía sentirnos más cerca de la carrera, por lo que acabamos justo a la bajada del primer puente. Fue un acierto absoluto. Teníamos tan cerca a las biatletas que casi nos daba miedo que nos dieran un bastonazo. Increíble.

Al contrario que en hombres, en mujeres ya hace varias temporadas que no hay una clara dominadora, lo cual abre las posibilidades de victoria en cada competición. Además, para mayor aliciente, la actual lideresa de la clasificación de la Copa del Mundo, Franziska Preuss, competía en casa. Y menuda casa.

La competición no defraudó y hasta el último campo de tiro no solo no estaba decidida la victoria, sino que ni siquiera se podía afirmar el podio. Tras un último pleno de la sueca Elvira Öberg, esta se puso en cabeza para finalmente llevarse la victoria. Sin embargo, la mayor emoción estuvo en la disputa por el segundo puesto, el cual se llevó la local Franziska Preuss tras ganar un espectacular sprint con la francesa Jeanne Richard, que finalmente quedó tercera; Franziska Preuss, sin duda, se vio impulsada por los ánimos desbocados de sus compatriotas que abarrotaban la tribuna.

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