
Si alguna vez has estado en Llanos del Hospital, sabrás que es un entorno privilegiado dentro del parque natural de Posets-Maladeta. Punto de partida de infinidad de excursiones en cualquier época del año, y espacio nórdico en invierno, visitar este paraje siempre es buena idea. En esta ocasión, te proponemos una visita invernal para hacer raquetas de nieve en Llanos del Hospital.
Con la sensación de encontrarse en un lugar salvaje que transmite el llegar al final de una carretera rodeada de altas montañas nevadas, llegamos al hotel Hospital de Benasque —L’Hespital de Benás en aragonés—, punto de inicio de nuestra ruta.
Raquetas de nieve en Llanos del Hospital
Nuestra propuesta es hacer una pequeña ruta circular de poco más de 5 km empezando desde el hotel. Aunque la distancia no es grande, esta ruta cuenta con varios cientos de metros de desnivel. Subiremos por el bosque siguiendo el GR 11.5 hasta el plan d’Están —remontando el joven río Ésera— y volveremos por la pista de La Besurta.
Si no dispones de raquetas de nieve, el espacio nórdico dispone de servicio de alquiler de raquetas. A la fecha de publicación de este artículo —enero de 2025—, el precio es de 13,50 € por persona y día, con descuento para los alojados en el hotel. Puedes consultar toda la información en su página web.
Subida al plan d’Están
La ruta comienza tras cruzar el río Ésera justo al lado del hotel. En este primer tramo hay que ir siempre lo más a la derecha posible —con el río a mano derecha— para evitar entrar en la pista de esquí de fondo; se reconoce fácilmente, pero en días de mala visibilidad tal vez no sea tan evidente.
Conforme avanzas remontando el río, vas dejando el hotel a tu espalda. De vez en cuando no olvides echar la vista atrás para no perderte las impresionantes vistas de picos como el Literola o Puerto Viejo. Este primer tramo es totalmente llano y la máxima dificultad que puedes llegar a encontrar es el viento en contra.
Al llegar al final del llano verás un pequeño puente de madera sobre el río. Justo antes de cruzarlo encontrarás un cartel informativo que te confirma que, efectivamente, estás en el buen camino. En este cartel no verás el plan d’Están, sino La Besurta —que está más allá del plan—, pero sí que estás en el GR 11.5. Desde este momento, La Bersurta será tu punto de referencia en los carteles, aunque en esta ruta no llegaremos hasta allí.
Una vez cruzado el puente basta con seguir los carteles y las balizas —sendero verde y blanco que indica sendero local— para seguir la ruta. Desde este momento simplemente déjate embelesar por el paisaje. La subida es algo dura, y parar de vez en cuando para admirar el paisaje puede ser la excusa perfecta para descansar; no vayas con prisa que el plan d’Están no se va a mover de donde está.
Plan d’Están y vuelta

No hay duda posible cuando llegas al plan d’Están: la subida ha terminado y tras llanear un poco, de pronto, ves un gran llano blanco. Depende de la cantidad de nieve, es probable que tan solo veas una llanura blanca, pero si en cambio hay poca nieve o ha empezado el deshielo, es probable que veas algo de agua dividiendo el llano en dos; por esta razón, si continúas tu camino hacia La Besurta, tienes que hacerlo a la izquierda del todo y evitar bajar al llano. Además, a no ser que vayas cuando haya caído muchísima nieve y haga mucho frío, verás el río Ésera a la derecha del llano.
Si a pesar de todo tienes dudas de si has llegado, verás un pequeño cartel informativo sobre el plan d’Están en el cual te informan de que se trata de un ibón —lago de origen glaciar en aragonés— que, salvo en periodos muy lluviosos, no se llena de agua porque esta se filtra a unas galerías subterráneas.
Llega el momento de iniciar el retorno. Teniendo el plan d’Están en frente, continuarás hacia la derecha para encontrar la pista que baja de nuevo al hotel; simplemente sigue las balizas verdes y blancas. Otra opción es volver por donde has venido o rodear el plan para después bajar por la pista. Si decides bajar por la pista de La Besurta, ten en cuenta que vas a compartir el camino con los esquiadores, por lo que tendrás que ir siempre lo más a la derecha posible.
El descenso por la pista es muy agradable y rápido; la nieve está prensada y es todo el rato pendiente negativa. Tras poco más dos km, de pronto, tras la última curva, verás aparecer el hotel. Ya solo te quedarán unos pocos metros más para llegar al punto de partida.