La represa de Itaipú es una de las obras hidroeléctricas más impresionantes del mundo. Su importancia se extiende más allá de su capacidad energética, impactando a nivel ambiental, social y cultural. Situada en el río Paraná, esta colosal estructura marca la frontera entre Paraguay y Brasil, simbolizando una colaboración única entre ambas naciones.
En 1973, Paraguay y Brasil firmaron el Tratado de Itaipú, dando origen a Itaipú Binacional. Posteriormente, en 1975, comenzaron las obras de construcción de la represa. Más de 40.000 trabajadores participaron en esta monumental obra, que se ha convertido en un ícono de sostenibilidad.
Los datos de la construcción de la represa de Itaipú son asombrosos. Se removieron 60 millones de metros cúbicos de tierra y roca. También se utilizó tanto hormigón que permitiría construir 850 estadios. La estructura tiene una extensión de 7,8 kilómetros y una altura máxima de 196 metros. En 1982, se formó el embalse de Itaipú, que abarca 1350 kilómetros cuadrados. Este lago permitió la realización de proyectos de conservación únicos, como el rescate de fauna y flora conocido como “Afuera”.
Itaipú destaca por su capacidad de generación de energía limpia. Con una potencia instalada de 14.000 megavatios, genera electricidad para cubrir la demanda de ciudades como París durante meses. En 2016, rompió récord mundial al superar los 100 millones de megavatios hora en un solo año. Así, Itaipú se consolidó como la mayor productora de energía hidroeléctrica a nivel mundial. Su producción cubre aproximadamente el 17% de la electricidad de Brasil y el 90% de Paraguay.
Itaipú también ha desarrollado una sólida política ambiental, orientada a proteger la biodiversidad de la región. Actualmente, Itaipú gestiona más de 105.000 hectáreas de áreas protegidas. De estas, 87.000 hectáreas están en Paraguay. Estos espacios incluyen reservas y refugios biológicos que preservan la fauna y flora autóctonas. Iniciativas como “Paraguay Biodiversidad” e “Itaipú Preserva” son reconocidas internacionalmente por su impacto en conservación.
El compromiso social y ambiental de Itaipú refleja su alineación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Promueve la sostenibilidad del agua, la conservación de la biodiversidad y el desarrollo social en ambos países. Además, colabora con organizaciones como la UNESCO y el World Wildlife Fund. La Sociedad Americana de Ingeniería reconoció a Itaipú como una de las siete maravillas de la ingeniería moderna.
Hoy en día, la represa de Itaipú no solo atrae visitantes por su importancia histórica, sino también por su oferta turística. Ofrece recorridos guiados, visitas a refugios biológicos y un espectáculo semanal de luces y sonido. Itaipú sigue siendo un modelo de cooperación binacional y desarrollo sostenible, impactando positivamente en Paraguay, Brasil y en el mundo.
