Islandia, país de fuego y hielo, de mar y montaña.
Hacía ya bastante tiempo que tenía Islandia en mi lista de lugares a visitar. De cultura marcadamente nórdica, lo que más me atraía de Islandia, como a tantas otras personas, era su naturaleza salvaje. Ya adelanto que mis expectativas quedaron cumplidas ampliamente.
Este viaje se realizó a principios de septiembre de 2021 y tuvo una duración de tan solo 5 días así que la organización previa fue esencial.
Se decidió hacer toda la visita por libre, es decir, sin contratar ninguna excursión, y para ello alquilamos un coche. Como la isla tiene un tamaño considerable, y las carreteras no son especialmente amables, se planteó dormir cada día en un sitio distinto y evitar perder tiempo en idas y venidas.
Día 1 – Fuego
Habíamos llegado a Islandia esa misma madrugada por lo que hicimos noche en Keflavík, una pequeña localidad justo al lado del aeropuerto internacional de Islandia.
Este primer día en Islandia lo íbamos a destinar a visitar la península de Reykjanes ya que no implicaba hacer muchos kilómetros en coche desde Keflavik. Hicimos una ruta circular que nos llevó a visitar el área geotermal de Krýsuvík, el volcán activo Fagradalsfjall y pasar por el famoso Blue Lagoon.
Krýsuvík
Se trata de unos campos geotermales espectaculares. La zona está muy bien habilitada y cuenta con aparcamiento y aseos gratuitos. La entrada también es gratuita.
Fagradalsfjall
En marzo de 2021 este volcán saltó a la actualidad porque había entrado en erupción, algo totalmente habitual en Islandia. Para llegar a verlo había que aparcar en alguno de los múltiples aparcamientos que había en la zona (gratuitos) y hacer una pequeña andada de unos 10km entre ir y volver.
Había dos opciones: quedarse en la colada y ver la humeante lava o subir la montaña para llegar hasta el cráter. Nosotros subimos hasta el cráter.
La verdad es que la subida era bastante fuerte y la mayoría de la gente se quedaba después de la primera rampa. Nosotros continuamos hasta llegar a la webcam que emite 24 horas con tan mala suerte que había una niebla tan espesa que no pudimos ver gran cosa (cosa bastante habitual). Por suerte pudimos verlo desde abajo gracias al teleobjetivo de la cámara.
The Blue Lagoon
Es un famoso balneario geotermal muy visitado por los turistas. Como lo nuestro no es estar a remojo simplemente pasamos al lado y listo.
Día 2 – Agua
Al final de este día haríamos noche lo más al este que íbamos a estar en Islandia. Como la ruta (Keflavik – Reynivellir) iba a ser de más de 400 km y casi 5 horas y media lo plantemos como un slow driving y aprovecharla para ir parando en alguna de las más famosos cascadas de Islandia.
Seljalandsfoss y Gljufrafoss
Probablemente dos de las cascadas más visitadas de Islandia ya que están justo al lado de la carretera. En esta ocasión el aparacamiento sí era de pago aunque puedes dejar el coche en las inmediaciones (sin coste) e ir andado.
Para mi gusto, aunque a priori es la menos turística, la cascada más bonita es Gljufrafoss ya que para verla hay que adentrase un poco en la montaña (y mojarse) lo que hace que haya menos gente y la visita sea un poco más «íntima». Seljalandsfoss es la más grande (unos 60 metros de caída) y se puede pasar por detrás. Al estar al lado del aparcamiento hay hordas de turistas haciéndose fotos sin apenas mirar la cascada en si…
Skógafoss
Otra de las cascadas muy conocidas de Islandia es Skógafoss. Bajo mi punto de vista, lo mejor que tiene esta cascada es que si subes las escaleras que llevan al comienzo de la caída, encontrarás el inicio de una de las rutas de senderismo más valoras de Islandia que lleva hasta Þórsmörk. La ruta tiene más de 20 km de longitud pero si solo haces un par te irás encontrando pequeñas cascadas muy simpáticas.
Día 3 – Hielo
Este día lo íbamos a dedicar a visitar otro de los grandes reclamos de Islandia, los glaciares. En concreto íbamos a visitar el mayor de Europa en volumen y segundo en extensión, el glaciar Vatnajökull. Teníamos dos actividades previstas: llegar hasta el glaciar andando desde la carretera y navegar por el Jökulsárlón, el lago glaciar a los pies del Vatnajökull.
Caminata hasta el Vatnajökull
La gran parte de los caminos en Islandia son solo accesibles mediante vehículos 4×4. Como el alquiler de estos vehículos no es precisamente barato, hay dos opciones: contratar alguna de las múltiples empresas de actividades y hacer una excursión con ellas o, simplemente, andar. Nosotros, como no, elegimos andar.
Dejando el coche en un aparcamiento al lado de la carretera empezamos la caminata dirección norte. Aunque el camino está marcado y no había pérdida, llevábamos la ruta en el GPS para tener información del recorrido. Según el GPS, ida y vuelta serían apenas 10-12 km y sería totalmente plano.
No dudo que debe ser toda una experiencia ir en uno de esos 4×4 enormes que se ven por Islandia pero, desde luego, no creo que sea comparable a ir andado completamente solo, con unos cortados plagados de pequeñas cascadas a un lado y unas montañas al otro donde se ve como el glaciar desciende y lo abarca todo.
Desafortunadamente, calculamos mal el tiempo y cuando apenas quedaban dos km para llegar tuvimos que dar la vuelta porque teníamos comprados ya los billetes para la navegación por el Jökulsárlón.
Jökulsárlón: navegar entre icebergs
Por desgracia, por todos es sabido que el cambio climático está afectando especialmente rápido a los glaciares. Una de las consecuencias es que estos se están deshelando y formando lagos glaciares a sus pies. Este es el caso del lago Jökulsárlón que recoge el agua del deshielo del Jökulsárlón.
Aunque es triste saber cual es el origen de este lago, lo cierto es que tiene una belleza impresionante. Actualmente hay una empresa que ofrece pequeños viajes por el lago y, aunque no es barato, no podíamos dejar pasar la oportunidad de navegar entre icebergs (y focas).
Día 4 – Historia
Hoy visitaríamos dos lugares muy conocidos de Islandia: el primero, una mera atracción turística, sería el área geotérmica de Haukadalur, conocida principalmente por sus géiseres, el segundo, el parque nacional Þingvellir, uno de los lugares históricos más importantes de Islandia.
Haukadalur: Strokkur y Geysir
Siendo parte del famoso «círculo dorado» del sur de Islandia, el área geotérmica de Haukadalur es famosa, sobre todo, por dos géiseres: el Strokkur y el ya inactivo Geysir.
Totalmente preparado para el turismo, el área cuenta con aparcamiento, camino marcado y hasta con centro comercial. Aunque no es lo más impresionante de Islandia, merece la pena destinar un par de horas y visitar esta zona.
Þingvellir
Islandia no sería Islandia sin el parque nacional Þingvellir.
Este parque, además de por su gran valor paisajístico, es piedra angular de la historia de Islandia. Aquí, en el año 930, se fundó el Alþingi, el parlamento de Islandia, siendo el cuerpo parlamentario con existencia no continua más antiguo del mundo.
Día 5 – Reykjavík
Último día en Islandia y no podíamos irnos sin visitar la capital. Elegimos el último día para hacer esta visita dado que era lo que menos nos atraía del país aunque, he de reconocer, que nos sorprendió gratamente.