Situado a una altitud de 1.910 metros en el municipio de Plan (comarca de Sobrarbe, Huesca), el ibón de Plan tal vez sea uno de los ibones más visitados de Aragón gracias a su fácil acceso.
Si no eres de Aragón, es probable que no acabes de situar la palabra ibón. En aragonés, recibe el nombre de ibón el lago de origen glaciar. Es decir, donde ahora mismo tenemos un ibón, hace miles de años había un simpático glaciar.
Basa de la mora
El íbon de Plan también recibe el nombre de Basa de la mora. Este nombre hace referencia a la leyenda que cuenta que, en la noche de San Juan (24 de junio), las personas puras podrán observar a una mujer sarracena bailando sobre las aguas.
Cómo llegar al ibón de Plan
Existen dos formas de acceso: o bien subir andando desde Saravillo o Plan, o bien subir en coche hasta el refugio de Labasar y, desde allí, recorrer los apenas 1,5 km que quedan hasta el ibón.
Las rutas de senderismo desde Saravillo y Plan tienen cierto grado de dificultad ya que el desnivel positivo acumulado es algo a tener en cuenta. En el caso de Saravillo, la ruta de ida y vuelta tiene una longitud de unos 15 km con 1.000 metros de desnivel y, en el caso de la de Plan, tiene una longitud de 12 km con 900 metros de desnivel.
En cuanto a la opción de ir en coche hasta el refugio de Labasar, tendrás que ir a Saravillo. Una vez en Saravillo tendrás que continuar por la pista siguiendo las indicaciones al refugio. Recuerda: para poder hacer uso de la pista hay que pagar 5 € (junio de 2023). Al inicio de la pista verás la máquina donde hacer el pago y recoger el ticket que tendrás que dejar en el coche.
Ibón de Plan
Sea cual sea la forma que elijas para llegar al ibón, el último km es común a todas las opciones.
Este último km apenas tiene dificultad ya que es prácticamente llano. Es un agradable paseo que transcurre entre abetos y rodeado de montañas que superan los 2.500 metros de altura. Entre estas montañas se encuentran las famosas peñas de las Diez, Once y Mediodía que, en el valle de Chistau, servían como reloj natural.
Cuando vas llegando al ibón, entras en un llano al descubierto y, en el último momento, aparecen las verdes aguas del ibón junto con el circo glaciar.
Es posible dar la vuelta al ibón aunque hay alguna parte algo técnica ya que, parte de la orilla, está cubierta por una gravera. A la orilla del ibón encontrarás alguna que otra sombra bajo los árboles ideal para descansar y reponer fuerzas con un buen bocadillo.