Desde hacía varios meses tenía en la cabeza subir el Cotiella (Sobrarbe, Huesca) ya que lo veo todos los días al salir de casa. Después de esperar a que las nieves se retirasen de la cima, por fin, iba a ser el día de subir y poder decir cada vez que lo viese: «yo he estado ahí». Pero no siempre las cosas salen como uno piensa.
Madrugón y carretera
5:00 de la mañana, desayuno y al coche. La mañana empezó con una breve parada en Aínsa para juntarnos y subir con un solo coche hasta el refugio de Santa Isabel. Para llegar a este refugio hay que ir hasta Saravillo y desde allí, previo pago por el uso (5,00 € en mayo de 2023), coger la pista que lleva directamente al refugio.
Una vez en el refugio, tomamos algo para coger fuerzas, hacemos alguna foto de la peña Montañesa y ponemos en marcha los relojes con la ruta para seguir todo el recorrido con la ayuda del GPS. ¿Qué podía salir mal?
Comiezo de la ruta
Empezamos a subir y desde el primer momento la pendiente ya es bastante exigente. No hay problema porque estamos en bastante buena forma. Seguimos subiendo y los relojes avisan de que nos estamos desviando de la ruta. Consultamos el track y vemos que, en principio, si seguimos recto volveríamos a la ruta ya que hacía una especie de curva.
Ese fue el error de principiante. Si estás siguiendo una ruta, síguela, no te desvíes. ¿Por qué? Porque en alta montaña un pequeño desvío de 500 m en la ruta puede deberse a que hay un barranco, una pared vertical, etc. Y, por supuesto, así fue en nuestro caso. Tratando de llegar a la ruta por el camino, en teoría, más corto, llegamos hasta una pared vertical que hacía imposible seguir por ahí.
Descendemos y, cuando llegamos al punto donde nos habíamos desviado, tenemos que tomar una decisión: continuar con el plan inicial o buscar uno alternativo. Habíamos perdido más de dos horas, la ruta era unas ocho más desde ese punto y mis rodillas habían sufrido bastante bajando.
Decisión tomada
Seguimos con el plan inicial aunque sabiendo que es muy probable que no lleguemos a hacer cima.
Hasta los 2000 m de altura el camino transcurre dentro de un bosque muy agradable. La pendiente es exigente pero se deja subir. Al sobrepasar los 2000 m empiezan a desaparecer los árboles y el terreno se vuelve mucho más pedregoso.
Aproximadamente en el km 3,5, se llega a un falso llano de unos 5 km de longitud. Es un falso llano porque, además de ir picando hacia arriba en todo momento, está lleno de accidentes geográficos que hay que ir salvando.
Cuando apenas quedan 2,5 km para hacer cumbre, la ruta se complica. No solo aumenta la pendiente si no que el terreno se convierte en una gravera por la que no es especialmente fácil caminar.
Hemos venido a disfrutar
Estando ya en el tramo final volvemos a tener que tomar una nueva decisión: llegamos hasta la cima o no. Llevamos ya casi seis horas de andada, hay nieve el paso final y, lo peor de todo, no me fío de mis rodillas para la bajada.
Pensamos que está siendo una bonita jornada de senderismo como para fastidiarla por empeñarnos en subir hasta la cima. Comemos y decidimos volver por donde habíamos vuelto.
Una vez en el coche reafirmamos que ha sido una buena decisión. Casi 10 horas de excursión en total con buenas sensaciones, aunque con mis rodillas ya al límite, es lo que nos llevamos del macizo de Cotiella.